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  • Pólizas y cuentas de crédito de empresas: una solución para las necesidades de tesorería.

    Descubre cómo las pólizas y cuentas de crédito pueden mejorar la liquidez y gestionar las necesidades de tesorería de tu empresa con Grupo Caja Rural

    Pólizas y cuentas de crédito: Soluciones para tesorería

    Las empresas, independientemente de su tamaño, a menudo se enfrentan a fluctuaciones en sus necesidades de tesorería. Estas variaciones pueden deberse a múltiples factores como estacionalidades en las ventas, retrasos en los cobros de clientes, o gastos inesperados.

     

    Ante estas situaciones, las pólizas y cuentas de crédito se presentan como herramientas eficaces para garantizar la liquidez necesaria en momentos críticos. Evitan tensiones en el cashflow y mejorando la salud financiera del negocio.

     

    ¿Qué son las pólizas y cuentas de crédito?

     

    Las pólizas y cuentas de crédito son líneas de financiación que las entidades financieras ponen a disposición de las empresas para cubrir sus necesidades puntuales de tesorería.

     

    Se trata de instrumentos flexibles que permiten disponer de fondos de manera inmediata y con mayor agilidad que otros productos financieros. Se adaptan a las particularidades de cada empresa.

     

    1.  Pólizas de crédito.

     

    Una póliza de crédito es un contrato mediante el cual una entidad financiera pone a disposición de una empresa una cantidad de dinero determinada.

     

    A cambio, la empresa paga intereses solo por el dinero efectivamente utilizado y comisiones por el saldo no dispuesto. Las principales características de las pólizas de crédito son:

     

    -          Flexibilidad: Permiten a las empresas acceder a los fondos cuando lo necesiten, sin trámites adicionales.

            Intereses sobre el saldo dispuesto: Solo se pagan intereses sobre el dinero utilizado.

    -          Finalidad generalista: permite la utilización de los fondos para amplias finalidades.

            Renovables: Al finalizar el plazo, suelen ser renovables bajo condiciones pactadas previamente.

     

    2.  Cuentas de crédito.

    Las cuentas de crédito funcionan de manera similar a una cuenta corriente, pero con la posibilidad de tener un saldo negativo hasta un límite establecido. Las empresas pueden realizar ingresos y pagos de manera habitual, teniendo acceso a un crédito inmediato cuando el saldo es insuficiente. Las características principales son:

     

    -          Uso como cuenta corriente: Permite realizar operaciones diarias sin restricciones.

    -          Intereses solo por el saldo negativo: Los intereses se aplican únicamente sobre el saldo negativo utilizado.

    -          Facilidad de gestión: Las operaciones se gestionan como en una cuenta bancaria.

     

     

    Beneficios de usar pólizas y cuentas de crédito.

    El uso adecuado de estas herramientas puede proporcionar múltiples beneficios a las empresas:

     

    1.  Mejora de la liquidez.

    La principal ventaja es la mejora de la liquidez. Estas herramientas permiten a las empresas disponer a fondos adicionales de manera inmediata, lo que es esencial para afrontar gastos inesperados o picos de demanda sin afectar la operatividad diaria.

     

    2.      Flexibilidad financiera.

    Tanto las pólizas como las cuentas de crédito ofrecen una gran flexibilidad. Las empresas pueden acceder a los fondos en el momento que los necesiten. Solo pagan intereses por el dinero utilizado, lo que resulta más económico que otros tipos de financiación a largo plazo.

     

    3.  Evitar tensiones en el cashflow.

    Estas herramientas ayudan a evitar las tensiones de tesorería que pueden surgir por desajustes entre los cobros y pagos. Garantizan que la empresa siempre disponga de los recursos necesarios para cumplir con sus obligaciones.

     

    Recomendaciones para el uso de pólizas y cuentas de crédito.

    Para maximizar los beneficios y minimizar los riesgos asociados al uso de pólizas y cuentas de crédito, es importante seguir algunas recomendaciones:

     

    1.  Evaluar necesidades reales.

    Antes de solicitar una línea de crédito, es fundamental evaluar las necesidades reales de tesorería de la empresa. Esto permitirá dimensionar adecuadamente el importe solicitado y evitar sobreendeudamientos.

     

    2.  Comparar ofertas.

    No todas las pólizas y cuentas de crédito son iguales. Es recomendable comparar las ofertas de diferentes entidades financieras, prestando atención a aspectos como los tipos de interés, comisiones y condiciones de renovación.

     

    3.  Utilizar con moderación.

    Aunque estos instrumentos son útiles para cubrir necesidades puntuales, es importante utilizarlos con moderación. Un uso excesivo puede llevar a una dependencia del crédito y un incremento en los costes financieros.

     

    4.  Planificar la devolución.

    Es crucial planificar la devolución de los fondos utilizados. Contar con un plan de pagos claro y ajustado a la capacidad financiera de la empresa evitará problemas futuros y garantizará la renovación de las líneas de crédito.

     

    5.  Mantener una buena comunicación con la entidad financiera.

    Mantener una comunicación abierta y transparente con la entidad financiera puede facilitar la gestión de la línea de crédito y la negociación de mejores condiciones.

     

    Malas prácticas a evitar.

    El uso inadecuado de pólizas y cuentas de crédito puede tener consecuencias negativas para la empresa. Algunas malas prácticas que deben evitarse son:

     

    1.  Uso continuado con financiación permanente

    Estos instrumentos están diseñados para cubrir necesidades puntuales, no para ser utilizados como financiación permanente. Un uso continuado puede llevar a un endeudamiento excesivo y a problemas de solvencia.

     

    2.  No planificar los pagos.

    No planificar los pagos de los fondos utilizados puede llevar a dificultades para cumplir con las obligaciones financieras y a un deterioro de la relación con la entidad financiera.

     

    3.  Ignorar los costes.

    Es fundamental tener en cuenta todos los costes asociados, no solo los intereses, sino también las comisiones y otros gastos. Ignorar estos costes puede llevar a una subestimación del impacto financiero y a sorpresas desagradables.

     

    Su uso adecuado puede mejorar la liquidez, evitar tensiones en el cashflow y fortalecer las relaciones con proveedores. Sin embargo, es fundamental utilizarlas con responsabilidad, evaluando las necesidades reales, planificando los pagos y manteniendo una buena comunicación con la entidad financiera. Desde Grupo Caja Rural trabajamos para poner a la disposición de las empresas y autónomos soluciones que les permitan ser más competitivas.

     

    Te invitamos a conocer más sobre nuestras opciones de financiación y a contactar con nosotros: Encuentra tu oficina más cercana.

     

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